Buenas prácticas para almacenar neumáticos comerciales de repuesto

Tus neumáticos comerciales son inversiones caras. Almacenar los neumáticos comerciales adecuadamente puede reducir el riesgo de degradación y deformación, que pueden requerir su sustitución prematura. Un almacenamiento adecuado también puede prolongar la vida de tus neumáticos.

Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a mantenerlos protegidos en el almacén.

Lava los neumáticos

Utiliza detergente y friega los neumáticos antes de guardarlos. Al hacerlo eliminas la suciedad, los residuos, el aceite y otros contaminantes que podrían afectar negativamente a la integridad del neumático con el tiempo. Asegúrate de que tus neumáticos están completamente secos y evita los protectores, acabados o brillos.

Almacena los neumáticos en el entorno adecuado

El almacenamiento en interiores es preferible porque reduce la exposición a la intemperie, las fluctuaciones de temperatura y los residuos. Los compuestos de goma de los neumáticos comerciales pueden degradarse o alterarse si se exponen constantemente a calor extremo o frío extremos, por lo que es importante encontrar un espacio de almacenamiento con una temperatura de entre 32⁰ y 77⁰ F.

Protege tus neumáticos de repuesto comerciales de la humedad envolviéndolos en bolsas de plástico y eliminando el aire con una aspiradora. Si guardas los neumáticos en el exterior, mantenlos elevados para que no encuentren suciedad ni humedad. Cúbrelos con una lona para protegerlos de los dañinos rayos UV del sol.

Apila correctamente los neumáticos comerciales

Puedes apilar los neumáticos horizontalmente o colocarlos verticalmente. Se recomienda colocarlos uno al lado del otro, ya que reduce la tensión sobre los neumáticos desmontados.

Si almacenas los neumáticos horizontalmente, ten cuidado de no apilarlos demasiado alto, ya que puede suponer un riesgo para la seguridad si se caen. Almacena los neumáticos comerciales en pilas de cuatro a seis pies sobre un palé. Mantén las paredes blancas enfrentadas para evitar manchas y decoloración. Apilar los neumáticos en el almacén también es una opción eficaz si los mantienes montados en las llantas.

También puedes colgar neumáticos comerciales de repuesto si piensas mantenerlos montados, ya que las llantas evitan la deformación de los neumáticos.

Mantén los neumáticos alejados de los productos químicos

El ozono es malo para el caucho de los neumáticos y puede aumentar su índice de desgaste y degradación. Guarda tus neumáticos comerciales lejos de la luz solar y mantenlos alejados de maquinaria que emita ozono.

Eso incluye:

• Generadores
• Cargadores de batería
• Compresores
• Bombas de sumidero
• Equipo de soldadura
• Hornos
• Interruptores

Evita el contacto con aceite, gasolina, disolventes y lubricantes, ya que la exposición a esas sustancias químicas podría alterar los compuestos de caucho de los neumáticos comerciales.

Inspecciona regularmente los neumáticos almacenados

Revisar los neumáticos de repuesto guardados al menos una vez al mes te permite detectar signos de deformación antes de que sufran daños permanentes.

Es importante girar periódicamente los neumáticos almacenados horizontalmente para evitar un desgaste excesivo del neumático inferior. Un exceso de presión puede provocar grietas, desconchones y abombamiento de los flancos. También es importante girar los neumáticos almacenados verticalmente para evitar problemas comunes de los neumáticos como los pinchazos en la banda de rodadura.

Controla la presión de aire si guardas los neumáticos montados en las llantas. Sigue las recomendaciones del fabricante sobre la presión adecuada de los neumáticos. Las fluctuaciones de temperatura pueden afectar al inflado de los neumáticos, así que ten cuidado de evitar inflarlos demasiado o demasiado poco. Asegúrate de que los tapones de las válvulas están bien sujetos para evitar fugas de aire y contaminación.

Evalúa las necesidades de almacenamiento de neumáticos a largo plazo

Es importante mantener un clima constante cuando se almacenan neumáticos comerciales durante varios meses seguidos. Prepara el espacio de almacenamiento barriendo y limpiando la suciedad y los contaminantes. Si el espacio de almacenamiento está expuesto a la intemperie, realiza inspecciones periódicas para eliminar los residuos acumulados.

Mantén los neumáticos secos y evita la humedad en la medida de lo posible. Puede que necesites invertir en un deshumidificador si guardas los neumáticos en un espacio húmedo, para evitar la aparición de moho.

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